Actualmente se está comercializando como alternativa alimenticia que reemplace el
aceite comestible convencional de uso doméstico, el aceite de Coco 100%
orgánico Virgen sin olor y sin sabor, resiste altas temperaturas y previene la
oxidación. Este aceite vegetal extraído
mediante prensado de la pulpa o la carne de los cocos, se encuentra en estado líquido a partir de
los 25 grados centígrados de temperatura y tiende a solidificarse con mayor
intensidad a más baja temperatura sin
alterar sus propiedades.
Fuente imagen: Enature
Este aceite contiene muchos triglicéridos de cadena
media, que se metabolizan de manera distinta a otras grasas y que pueden tener
efectos terapéuticos en pacientes de diversas enfermedades, reduce el apetito,
incrementa el metabolismo de las personas que lo consumen, lo que a largo plazo
puede suponer una pérdida de peso significativa. Incrementar los índices de
colesterol bueno (HDL), mejorando así el factor colesterol malo (LDL)/
Colesterol bueno (HDL), indispensable para la salud cardiovascular. Ayuda a
prevenir infecciones virales, hongos y bacterias, por su componente
antibacterial.
Tiene alto contenido de ácido láurico que se
encuentra solamente en aceite de coco y leche materna, provee una fuerte inmediata
de energía y esto permite que el intestino delgado lo absorba y lo transporta
al hígado para ser utilizado como energía y no como grasas.
Fuente noticia: Enature México
Blog enviado por: Edgar Cáceres
Habría qué mirar en realidad cuán cierto es de las ventajas en ayudar a mantener el balance entre HDL (colesterol bueno) y el LDL (colesterol malo), considerando que el aceite de coco es uno de los que tiene una gran cantidad de ácidos grasos saturados
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