lunes, 9 de marzo de 2015

Lo que debes saber sobre las grasas hidrogenadas o grasas trans

Los alimentos que más aportan calorías en la dieta de los colombianos son los  procesados  con 263 kilocalorías per cápita por día vendiendo 1.786 millones de dólares al año. Lo cual es una noticia desalentadora si pensamos en el futuro de nuestros hijos debido a que estos tienen un alto contenido de grasas las cuales son culpables de más de 30.000 infartos y 20.000 hemorragias cerebrales al año en los Estados Unidos. Algunos estudios plantean que el consumo de una gran porción de papas fritas compradas en “la calle” es igual o más nocivo para el organismo, que   fumarse un paquete de cigarrillos al día

Numerosos estudios han demostrado que consumir alimentos con grasas trans o grasas parcialmente hidrogenadas aumenta los factores de riesgo de padecer enfermedades coronarias. Son incluso más perjudiciales para el corazón que las grasas saturadas, ya que aumentan los niveles de colesterol LDL (malo).

Las grasas trans son grasas insaturadas que se comportan como grasas saturadas. Este tipo de grasas aumentan las lipoproteínas de baja densidad (LDL o colesterol malo) el colesterol malo (LDL) y reducen el colesterol bueno (HDL), pudiendo provocar enfermedades coronarias.

Las grasas trans, pueden ser de origen animal. Se originan de manera natural en la grasa de la leche y en la carne de los rumiantes (ternera o cordero), se producen al cocinar alimentos con aceites refinados como el de girasol o de soya a altas temperaturas. También pueden ser de origen vegetal, se forman en la elaboración industrial de alimentos con aceites vegetales (soya o girasol) que son transformados por la hidrogenación. Este proceso consiste en añadir moléculas de hidrógeno a los aceites, modificando su estructura química y convirtiéndolos en aceites poco saludables. La industria alimentaria utiliza mucho este tipo de grasas vegetales hidrogenadas para potencian el sabor, y alargar la vida útil de productos elaborados, además son baratas.


Algunos productos de bollería industrial, bizcochos, galletas, margarinas, manteca vegetal (shortening vegetable), platos precocinados (especialmente productos congelados como croquetas, lasañas, pizzas, empanadillas o patatas), cereales para el desayuno o tentempiés dulces (palomitas para microondas) o salados (patatas fritas de bolsa) son algunos de los productos que contienen grasas trans (o trans fats en inglés). Son alimentos que debes reducir en tu dieta diaria, ya que tienen muchas calorías, y grasas nada saludables para el corazón.

La Organización Mundial de la Salud y La Asociación Americana del Corazón fija recomienda  como cantidad máxima de grasas trans en 2 gramos por día en una dieta de 2.000 calorías. Desde 2006, las empresas americanas están obligadas a etiquetar el contenido de grasas trans que hay en los productos si contienen más de 0,5 gramos por ración. Pero si comes grandes porciones o varias porciones de estos productos es posible que estés superando el límite.

Es importante leer la etiqueta de Información Nutricional de los productos puesto que algunas marcas comerciales presumen de ofrecer productos sanos y utilizan ingredientes tan poco saludables como ácidos grasos trans o grasas saturadas (escondidos bajo aceites vegetales de palma, palmiste o coco). Su contenido puede variar entre el 1 y el 30 por ciento. En algunos casos en los que las grasas trans no aparecen explícitas en la etiqueta, se les puede localizar en la lista de ingredientes como "aceite vegetal parcialmente hidrogenado" o como "shortening".

Fuente noticia: Enfermedades corazón

Blog subido por: Edgar Cáceres

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